Para mejorar la aerodinámica y, por ende, el consumo, la suspensión neumática rebaja 15 mm la altura del coche cuando se circula a más de 125 km/h por lo que en España, si se respetan los límites de velocidad, nunca se llega a aprovechar esta ventaja. Esta suspensión tiene un coste elevado (2628 €) y fuera del asfalto no aporta una gran ventaja dado que solo permite incrementar la altura libre 1,5 cm. Para que sea realmente valiosa hay que adquirir el paquete «off-road». Con él la suspensión eleva la carrocería 5 cm y además hay programas específicos para la conducción fuera del asfalto que gestionan el sistema de tracción, motor, cambio y frenos. Esta opción supone desembolsar 1509 € más, dado que incluye otros elementos (paquete cromado exterior, llantas de 18” específicas y molduras interiores). Con la suspensión de muelles helicoidales también es posible adquirir este paquete; en este caso, la altura de la carrocería (fija) es 2 cm mayor que sin él.
El GLC no es un coche ruidoso, pero tampoco destaca por ser especialmente silencioso. Hay dos fuentes de ruido que se perciben con claridad en los viajes por autovía: ruido aerodinámico que parece provenir de la zona del pilar delantero o del retrovisor y ruido de rodadura. Yo recomiendo instalar los cristales con mayor insonorización para las ventanillas delanteras que hay en opción y que cuestan 163 euros; al menos en otros coches dan buen resultado y no tienen un precio desorbitado.
He probado la versión 220 d, que es la segunda más potente de la gama. Este motor Diesel tiene cuatro cilindros, menos cilindrada que el anterior y es más potente (ficha técnica comparativa). Sus prestaciones son más o menos acordes a la potencia declarada (hemos medido 7,0 s para acelerar de 80 a 120 km/h), pero ha sido más lento que el GLC 220 d 2016 con el motor de 170 CV (tardó 6,1 s). El BMW X3 xDrive20d (190 CV) necesita prácticamente el mismo tiempo (6,8 s) y el Audi Q5 de 190 CV, un poco más (7,4 s).
El consumo que hemos medido —7,1 l/100 km— en el recorrido comparativo (que es por autovía, a una media de 120 km/h) también ha sido similar al que obtuvimos con los coches mencionados anteriormente y peor que el del GLC 220 d 2016 (6,8 l/100 km). Si se viaja haciendo un uso intensivo de la capacidad de aceleración, hemos obtenido un consumo que se acerca a los 10 l/100 km.